viernes, 30 de abril de 2010

Brazos Abiertos

En tiempos desvanecidos
se borra el recuerdo.
La pena que dejó
se aleja por la puerta del olvido.

Nuevos rumbos las aves muestran
y las estrellas; con su influjo mueven
en noches de lascivia.
Lo etéreo se vuelve carne.

Poco a poco los deseos se vuelven corpóreos.
Con el paso lento del anhelo
vienen los carnales deleites,
invadiendo la estancia
de mis ardientes pensamientos.

En curvas se presentan
de carne y de cristales,
en cilindros de humo.
Alejando el letargo
y quitando el desvelo.

Exquisita es la carne
y no hiere
cuando a la voluntad se subyuga.

Cuando necesario es el afecto
se regala en abundancia;
mas cuando necesario el desprecio,
sin conmiseración, es convocado.

Y convocados también están los ejércitos del vicio
pues la hora de sumergirse carnales batallas llega,
sin siquiera ser llamada, pero deseada,
con la seguridad de saberse limpio de culpas

Y entre tanto afecto y pasada pena
la duda se pierde en lontananza,
la santidad da paso a la complacencia
y el jardín de las delicias, en fantasía puestas,
abre sus puertas a innumerables goces.

Bienvenidas sean, con cantos de elogio,
mis carnales salvadoras.
Presto a disfrutar el hombre les extiende sus brazos
para acogerlas cual amores en su pecho,
ahora de vuestra grandeza enamorado.

martes, 27 de abril de 2010

Fragmento...(No Name Yet)

La sed de sangre había aumentado, desde aquel baile con la muerte que llevó a varios indeseables a sumergirse eternamente en el Leteo. Danzaba con la muerte constantemente, se había convertido en su amante, confidente, y, sabiéndolo desde su cuna, su último verdugo. Aún así esto no le importaba, era lo más sincero que conocía, no esperaba nada a cambio, tan sólo disfrutar lo hilos de sangre que corrían frente a sus ojos, produciéndole orgasmos semejantes a un mênage à trois. Este sentimiento fue minando su corazón y cerebro, buscando una nueva oportunidad para saciar su sed, su locura; entonces vió caminando una mujer hermosa, bastante alta y exuberante, con labios color carmesí que hacían juego con la ambrosía de los lupinos. Se acercó lentamente, pasó su mano bajo la falda de ella y toco su sexo, provocando en esta un grito silencioso de miedo en primera instancia, que vendría a convertirse en un deseo aberrante por ser violada, tomada por la fuerza y empujada a los abismos hedonistas de su cuerpo. Desabrochó rápido su pantalón, subió la falda y comenzó a juguetear con su miembro entre las piernas de la dama, esta se quejaba deliciosamente por este rito sarcástico de posesión de voluntad; luego, al sentir el pene entrando abruptamente por su sexo, sintió como sus líquidos corrían vertiginosamente por sus piernas, al igual que su vergüenza. Pronto ella cogió el miembro y lo apretó, solicitando fuera más rápido el juego, el amante para ello enterró sus dedos en las dos caras de la luna de manera vigorosa, moviendo su pelvis aún más rápido; poco a poco llegaron los jadeos como mensajeros de lo que iba a suceder, cuando, súbitamente, el hombre desgarró el busto de la mujer, mordió el vientre de la misma buscando con ansías sus entrañas; ella, sin comprender la razón, exhaló tres gritos de placer, dándole gracias al verdugo por sus mejores instantes de placer antes de morir.

lunes, 26 de abril de 2010

LE JARDIN DE LA HAINE (Baruc García)

Au début tu étais une graine,
Tu te nourrais avec l'eau de la discorde,
Tu étais cachée dans la terre;
Ensuite tu fleurais,
Aussi tu poussais,
Tu observais le soleil avec mépris
Et tes rejetons regardaient
La lune avec pédanterie;
Somme toute ils sont ses enfants.
Il ne suffit pas d' être belle,
Encore faut-il être odieuse.
Somme toute je suis le jardinier,
Le jardinier de la haine.