domingo, 27 de marzo de 2011

Cuervo

He dejado mi piel, se ha secado mi aliento
Vuelo hacia mi propia cárcava  donde naceré de nuevo, donde la tierra fría me execrará a la carroña y al llanto, a los árboles nocturnos, y a las rocas ciegas bajo la verde luna
Navegaré en las venas abiertas de la  madrugada, y mi sangre transportará la espesura de la noche, donde mis alas se fundirán con los cabellos líquidos que derramará el horizonte, seré parte de ese negro lienzo, del oscuro sollozo que tiznará de vértigo mi animadversión por la luz, soy pasajero en la tormenta
Un ave nocturna que se guarece en el hades

II
Negro plumaje, hecho con la tinta de la noche
Al acecho en la penumbra, sobrevolando ligero entre el humo y los párpados, poseído por la bruma, soy ave de vigilia, ave de muerte.
Me guío por el grito silencioso del ocaso que se anida en los rincones, donde alargados espectros hacen su cubil de penas.
Soy un pájaro que la muerte ha parido desde su sucia entraña, vuelo en la tiniebla pura con grandes alas hacia la yaga, hacia el cadáver mustio de mi vida, de mi tiempo, de mi nada

sábado, 26 de marzo de 2011

ALQUIMISTA


Un poema bajo la lengua agria de los días
Entre el mal aliento de los sueños cotidianos
Un ave volando ligero entre el humo y las esquirlas
Edificios
Desiertos
Agonías
Ejecutando el verbo siempre en busca de la alquimia
Queriendo escribir la rabia
La sed
La saliva
Palabra como flecha hiriente entre las letras que construyen mi nombre
Mis días
Loco
Borracho
Profeta
Vago en la distorsión de las sombras
Alimento inveterado del poeta

viernes, 25 de marzo de 2011

LA BALADA DEL REY TROL

La fiesta cesa para el humano,
Mas el áspero y viejo Trol,
Rey de las cavernas,
Heredero de Jotun,
Danza con el gemir del viento,
Mientras cruje bajo sus patas
La osamenta de algún guerrero.

Lustren las copas, nocturnos,
En la eterna noche la espada
Y el canto hablarán,
Digno homenaje al Rey supremo,
Aquel Trol borracho y bohemio.

ORACIÓN *

Vodka, cerveza sobre la mesa,
Del fruto de la vid
Bebemos,
¡Traednos más licor!
Que nuestras gargantas,
Ansiosas,
Nuestras palabras,
Blasfemas,
Necesitan la agridulce
Inspiración de las
Musas embriagantes.
¡Oh, Bacantes,
Iluminad el sendero
De aquellos, nosotros,
Vuestros servidores!
¡Clamad a Baco
E interceded por nuestras almas!


* Dedicado a Hop Frog, J.M. Charris, Zayed y Blue Room.

martes, 22 de marzo de 2011

SOLO...

                 I.
El buho de la guarda
Aletéa tras el vidrio

Quisiera convidarle
Pero no estoy solo

Dejaría me llevase
Entre sus garras curvas

Bebería del vino
Que en su nido me brindase

Me ofrecería presto
Como la cena de su cría

Pero no estoy solo

               II.
Aguarda mensajero
Iré contigo

Espérame unas lunas
Consumarás el sacrificio

Vuelve amigo mio
En otra noche

La ventana estará abierta
Y por fortuna

Estaré solo

martes, 15 de marzo de 2011

Crímen, castigo y destierro*

Versos irregulares escribo ahora
pues la labor y el hastío me invade;
la influencia del padre del Buscón corrobora
mi inquieta demanda y sarcasmo elegante.


Dudas he tenido en mi vida, con frecuencia agobiantes
que han inquietado mi alma, dejándola entre el dolor y la amargura;
pero el presente ha traído otras afugias, para mi insultantes
debido a la desidia y necedad de una duda que ha ido hasta Imbabura.


Volubles sonetos, pocas palabras son demandadas
pero excusas y clemencias son los continuos quejidos
de un hombre que antes las letras y la poesía no sintiera nada;


por ello el tiempo se acaba, sin esperar por algún suspiro
de aquel interogante, que mientras yo diatribo el apenas divaga
entre mundos alternos, que aunque complacientes, son tan sólo tiempo perdido.

*Creo que el tiempo ha expirado, lo que sigue es el exterminio.

viernes, 11 de marzo de 2011

HASTÍO

Desplegando las blancas alas
Desciende sobre Sebano;
Aquella tierra envenenada,
Hija de la peste,
Consorte  indiferente.

Tendido sobre rocas ásperas
Espero el beso del áspid,
La caricia fatal,
Sus alas entre mi boca
Ahogando cualquier suspiro.

¿Acaso me privarás del consuelo
Que, por orden divina, a cumplir se te obliga?
Es el sol, es la luna, la vida misma
Quien te instiga,
Quien te nombra cruel verdugo.

Empuña la hoz
Hija, madre, abuela,
Que los ojos que me acechan
Se sorprendan al borrarles
La sonrisa socarrona de sus bocas.

Pérdida

Miro tus ojos fríos e inertes,

Petrifican mi cuerpo, helan mi sangre,

Dejan sin piel mis elucubraciones

me siento débil y sometido ante algo tan siniestro.



Intento escapar de tus ojos

Pero me has robado el aliento,

Intento no mirarlos, quedar ciego

Pero su belleza me deja absorto, tengo miedo.



Quieres verme sufrir, quiero complacerte

Sangrar mis labios, no te parece suficiente.

Quebrar mis huesos, lacerar mi carne

Tan sólo te divierte, pero no es suficiente.



Noche tranquila, serena, afable que ampara al libertino, al ladrón, al culpable.

Fue la causa, es mi continua tortura el hallar en ella los faros de mi naufragio.



¿Qué quieres de mi alma, de mi linaje?

¿qué vieja molestia acarrea tu corrupto corazón?

Siempre te he querido dar todo,

Pero tan solo veo tus inertes ojos.



Ojos del Averno, del espacio, del tiempo,

Son un vórtex entre la luz y la sombra,

puente entre Mefistófeles y Dolmancé

o la tregua entre lo sacro y lo mundano.



Por ello erro vagabundo entre semillas y granito

Buscando un refugio, una estancia oculta,

Pero sigo sintiendo en mis huesos y mis venas

Tus inertes ojos, la puerta a mi demencia.



Noche tranquila, serena, afable que ampara al libertino, al ladrón, al culpable.

Es la causa, es mi continua tortura el hallar en ella los faros de mi naufragio.

Habibi...

Sonoros y abrumadores cánticos de tamboras

Perfuman la muerte de la luz, engalanan las tinieblas.

Delicados cirios presiden la danza

Mientras que hermosas flores son alhajas del nocturno.



Surgen dos figuras siniestras pero atractivas,

Sus sinuosos cuerpos quiebran el valor del más aguerrido caballero,

Sus ojos, centelleantes cual ofidio ponzoñoso

Abren las póstulas del guerrero, vierten el pus del deseo.



Sus manos rodean los agotados y acerosos músculos de los presentes,

Sus cabellos rasgan el dolor del combate, el hambre, el odio

El vaho de su sexo lacera el frío corazón del sarraceno, del cristiano

Cayendo así en un trance opiáceo y divino.



Al compás del laúd, los crótalos y el arghul surge la venganza,

La vida mancha el piso con el carmesí fétido e inocente,

Los llamados valientes desgarran sus cuellos pidiendo auxilio,

Pero hoy Alá no está con ellos, Dios ha muerto.



Entre el hedor y la penumbra surgen aquellas dos figuras

Madre e hija, como descendientes de Kali y la amargura

Han cobrado venganza, han saciado su locura,

La hoja de su cimitarra bebe la sangre de los bastardos caídos.

jueves, 3 de marzo de 2011

Antro Swinger

-Dices que debería pedirle que sea mi novia… Jajajajajaja que tonterías dices.-

Lo siento pero he de callar las razones por las cuales no me atrevo a pedírselo. Estamos unidos por un lazo imposible de romper, nuestras vidas están ligadas, pero no creo que jamás ninguno de los dos pueda amar de esa forma al otro. Esa noche se ha grabado en mi memoria para atormentarme día y noche, desde entonces no han cesado los gritos en mi mente.
-Oye. ¿Vamos a tomarnos algo?-
-Vamos, yo te invito. Hoy nos vamos de rumba.

Así empezó todo. Salimos a caminar y después fuimos a un bar, estábamos muy contentos… Era una alegría inocente, no había lascivia en los abrazos que le daba… Las cosas cambian demasiado rápido. Una mujer nos extendió un papelito con la invitación a un apartamento al norte, donde se reunían parejas “para explorar”. El ensueño propio del licor nos animo a ir, nunca debí consentir a estos impulsos.

Creer, con esa incredulidad propia de la inexperiencia, que el destino nos bendecía con una jornada sexual y sórdida… Que estúpido… Las idioteces, que se pintan como quimeras en el alma de dos niños que juegan a ser lo que no están dispuestos a ser, son las que nos condujeron a la condema. El licor siempre nos acompaño durante todo el trayecto la espiral de impulsos por explorar la ciudad danzaba con la espiral que el aguardiente creaba en nuestras mentes. Fuera del taxi la ciudad se diluia en luces y sombras amorfas, hasta llegar a la calma de un sector plagado de apariencias, de depredadores.


 No los maldigo, me maldigo a mi mismo por olvidar que eran hienas sedientas de inocencia, carroñeros que devoran a los ingenuos que no ven su mascara. Tambaleantes subimos al apartamento 702, al menos eso creo; fuimos recibidos en una especie de oficina que ocultaba la desidia detras de una pared falsa.

Despues todo se hace comfuso, entrar desnudos, con una bolsa de condones, luces de neon y muchas sillas, sofas, mesas de marmol, un gesto incinuante de una pareja, gritos, olor a latex y semen mezclado con jugos vaginales, olor a culo y ambientador, la alfombra mojada con los licores de alguno de ellos, charlas absurdas, risas estentoreas, movimiento de caderas, las uñas rasgando el placer que se diluia en el aire. Una atmósfera pesada e incitadora, saltos mentales, reacciones tardías, embelesamiento y atontamiento del deseo.


Me olvide del mundo al estar junto a esa mujer, al sentir su desnunez hirviente, al sentir la posesion de un hado que me empujaba hacia ella con sonidos lounge. Lo que le gusto de mí, crei ingenuamente, fue mi belleza singular, espectral aquella noche… Desconocía los riesgos que entrañaba su dueño. Confiaba en las habilidades de mi amada amiga, ella lo entretendría mientras yo gozaba con su mujer, después si te vi no me acuerdo y a ella la invitaría a donde quisiera ir y le compraría lo que quisiera, esa deuda seria difícil de pagar. Despreciable ingenuidad.

Esa mujer me regaló delicias insospechadas en frente de su amante, que ardía de deseo por hacer lo mismo con mi amiga. Creí que ella tendría la habilidad de contenerlo, pero los gritos de su mujer lo excitaban tanto que deseaba poseer a mi amiga cuanto antes. Su mujer y yo estábamos a punto del clímax, la delicia...Su olor a hembra, no digo a mujer, digo a hembra porque inspiraba un salvajismo incontenible, su calor… No vi cuando se puso de pie, estaba embelesado por la sensualidad de su amante, hasta olvide las demás parejas, los demás hombres…

La tomaron de brazos y pies, la arrastraron hasta la tarima –Esta perra no quiso dármelo- Burlas, injurias, oprobios, escupitajos sobre su cuerpo, su camino hacia el patíbulo… Ella ebria, desesperada, gritaba mi nombre pidiéndome ayuda, a mi me sujetaban tres hombres, los otros celebraban el banquete de su morbo… Sus gritos se clavan en mis oídos, duelen como clavos, cada vez más sangrientos, mas justos.

Esa es la parte conmovedora… Sentía excitación por lo que le hacían, cada grito que daba era una melodía para mi. La mujer del artífice chupaba mi pene con devoción “te excita ver que la violen ¿cierto?” Sentía asco de mi mismo, sentía que yo era quien la estaba violando, esa satisfaccion que sentia... Vestidos y tirados a la calle con burlas cubriéndonos de inmundicia. Sólo atiné a abrazarla, y a consentirla “¿Por qué me trajo aquí? Yo lo quiero mucho ¿Por qué me hizo esto?” Ahora no se si con esa frase y con el cariño que me expresa cada día… Es difícil ver rencor en sus ojos… Tal vez aun está paralizada y no puede expresar el profundo odio que siente por mi, o la insensibilidad se apoderó de su entero ser... Sin embargo esa bondad de sus actos… Soy su esclavo; justamente, ¿Qué pensará ahora de mí?