jueves, 16 de septiembre de 2010

QUÉ NOCHE (*)

Por un tubérculo
Al exiliado de la playa,
Trastornado por el
Verde etéreo,
Desquiciado por la
Plata líquida,
Se le aparecio aquel
A quien le profesamos
Simpatía.
Él no lo vio,
Sólo lo sintió,
En lo más profundo
de su pandemonio
intestinal.

*Dedicado a J.M. Charris.

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