sábado, 31 de julio de 2010

SENTENCIA

¿Puedes escuchar las olas tras la puerta?
Eres incapaz de sentir el pulso de Neptuno,
¿Cómo lo sé? Te lo aseguro,
Mi corazón late con el canto de sirena
Y mi lengua codiciosa
vibra entre el espumaje.
¿ Ves doradas crines bajo el agua?
Imposible, se te ha vedado el reino de Nereo
¡Cíclope!
Irás al cielo, ya lo sé,

Ángeles asexuados te esperan
Pues las nereidas te repudian,
Me lo han confesado
Entre abrazos y arrullos seductores.
He aquí el veredicto de Nicte,
Océano y Anfitrite,
De Polimnia, Erato y Calíope,
De Melpómene y Euterpe
El abismo cierra sus puertas
Con sus maravillas y placeres,
Tuya Jerusalén,
El mar para los poetas.
Refugiate en un templo
Y aléjate de la costa
¡Puritano!

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